31.12.13

"The dark mirror"-Robert Siodmak



A través del espejo 1946 
Director: Robert Siodmak  The Dark Miror
Guión:  Nunnally Johnson /Vladimir Pozner
Música:  Dimitri Tiomkin /Frank Skinner
Fotografía:  Miton R.Krasner
Montaje: Ernest Nims
Productor:  Nunnally Johnson
Actores:
Olivia de Havilland es Terry y Ruth Collins
Lew Ayres es el doctor Scott Elliott
Thomas Mitchell es el inspector Stevenson
Richard Long es Rusty, empleado enamorado de Ruth


 Acabo de tratar Born to be bad en la cual Nicholas Ray da a Joan Fontaine un papel que demuestra que se puede expresar la inocencia de Rebecca o de Lina, la mujer de Cary Grant en Sospecha,  y tener el arte de la manipulación de los demás. La actriz acaba de morir a los 96 años. No sé si por sus manipulaciones o su inocencia, consiguió separarse definitivamente de su hermana Olivia de Havilland, mayor en todos los sentidos. Así que, siguiendo este hilo conductor, llegamos fácilmente a The dark mirror, una historia de gemelas que la gran Olivia interpreta con todas las gamas de expresiones que la vida real le habrá probablemente enseñado. 


¿Terry o Ruth?: nunca se sabe si la expresión de Olivia es real o si está fingiendo. Cuando,  con el inspector Stevenson,   visitamos a Ruth y se nos aparecen  las gemelas Ruth y Terry, no podemos ni intentar ir más allá del Bien y del Mal,  los cuales están aquí confundidos con la misma apariencia, los mismos vestidos, la misma sonrisa. Este diablo de Siodmak no nos propone ni una sola  referencia visual que pueda reconfortarnos en cuanto a esta doble representación de lo mismo. El espejo refleja la otra cara de lo mismo o de su sombra. La gemela “inocente” ¿juega con la confusión para salvar a su hermana? Eso no nos conforta en absoluto y, si la historia acaba “bien” como todas las historias de amor de esta época, nos quedamos con un extraño sabor a ambigüedad.


Vladimir Pozner, escritor francés de origen ruso, amigo de Picasso, Brecht y Faulkner, exiliado como muchos en los Estados Unidos cuando estalla la guerra en Europa, publica su relato The Dark Mirror en la revista californiana Good Housekeeping, antes de escribir su primer guión, en 1944. Nunnally Johnson, productor y guionista de la productora International Films, compra los derechos a Pozner y firma una adaptación del relato con un guión que no es de todo del agrado de Siodmak. Sin embargo, Johnson ha dado al cine unas obras importantes en su colaboración con John Ford (Las uvas de la ira, Lincoln…).


Robert Siodmak rueda la película en los estudios de la Goldwin en marzo de 1946: es el año de su esplendor con The killers (Forajidos) después de los pocos reconocidos The suspect y The strange affair of Uncle Henry, y antes de los excelentes Cry of the city y Criss Cross en 1949.  El tema de The dark mirror recuerda A stolen life, melodrama rodado por Paul Czinner en 1939 que Curtis Bernhardt readapta en 1946 con Bette Davis para la Warner. El mismo Bernhardt rueda un año antes Conflict sobre un guión de Robert Siodmak. Si en A stolen life encontramos el tema de los gemelos, en Conflict (Retorno al abismo) el psicoanálisis se instala en Hollywood. Dar un gemelo a Humphrey Bogart y el papel de Sydney Greenstreet a Lew Ayres nos hace pasar de Conflict a The dark mirror. Sin embargo, si la primera película citada nos decepcionó por la actuación de Bogart, la segunda gana en interés con el doble papel de Olivia de Havilland que nos cuenta cómo los gemelos idénticos no tienen que tener las mismas expresiones afectivas. Mientras Bette Davis sigue aguantando a la Warner, Olivia acaba de liberarse de la productora y se presenta aquí con toda la fuerza de su profesionalismo. Se cuenta que insistió para que el equipo se reuniese con un psiquiatra antes de la actuación. Lew Ayres tiene aquí una fama efímera no tanto por su actuación como por salir de cuatro años de reclusión por objeción de conciencia en los años de guerra. En el papel del inspector, encontramos de nuevo al bonachón de Thomas Mitchell.

El juego de las gemelas

Desde la primera secuencia, Siodmak sitúa el centro del drama: no es la víctima apuñalada que pronto vamos a descubrir bocabajo sobre la alfombra de su salón. El lento travelling pasa por la lámpara,  tirada así como algunos objetos testigos de una probable violenta disputa. La cámara se dirige entonces calmamente hacia el espejo roto. ¿Quién ha tirado un objeto contra el espejo? ¿Quién quería borrar su propia imagen después de cometer el crimen? Y nos preguntaremos más tarde: ¿Quién,  de Terry o Ruth,  no puede soportar su imagen… o la de la otra?
Para apoyar esta imagen subliminal, Siodmak puntúa su intención en la segunda secuencia: el inspector Stevenson entra en su despacho antes de interrogar a los testigos: se dirige en seguida hacia el espejo que refleja su imagen cansada y dubitativa.
El inspector Stevenson / Thomas Mitchell

Pero ¿qué ha pasado?
Peralta, psicoanalista famoso, apareció muerto en su casa. Al día siguiente, unos testigos interrogados por el inspector Stevenson, afirman haber visto salir del apartamento de Peralta a una joven mujer que identifican: es Ruth Collins, que tiene un puesto en el edificio donde Peralta tenía su consulta. Todas las pruebas coinciden: Ruth es la única sospechosa… hasta que Stevenson descubre que Ruth tiene una hermana gemela idéntica.  En seguida, Ruth y Terry ponen en marcha el mecanismo de los gemelos, este pequeño juego con los demás: a ver si descubres quién es quién. El pobre Thomas Mitchell pide socorro a su pañuelo para quitarse el sudor de la frente: una da una coartada a la otra. 

El doctor Scott Eliott, psiquiatra especialista de los casos de gemelos idénticos y consultado por la víctima Peralta el mismo día de su asesinato, va ayudar a Stevenson en su investigación y propone estudiar el caso de las gemelas pagándoles las consultas.  No hay más remedio que someter a las gemelas a una serie de pruebas psicológicas: la propaganda sobre la profesión, que empieza a estar muy de moda en esta época, está enfocada aquí sobre los tests de Rorschach y de Jung.  


Robert Siodmak dirige la demostración – tan arriesgada en una película de acción y suspense – con maestría si la comparamos a la de Hathaway en Call Northside 777 en la cual  Richard Conte, sometido al detector de mentiras, se aburre más que el espectador.  La presencia alternada de Ruth y Terry en la consulta de Eliott, las relaciones amorosas que se desarrollan y progresan entre el médico y  una u otra de las gemelas  transforman el propósito científico en un juego de roles excitante.
¿Qué está pasando?
¿Espejo? Muerte contesta Ruth en el test de Jung.
Lo que provoca la ira de Terry que sugiere que Ruth está psicológicamente  enferma.(los frecuentes somníferos, sus problemas de memoria…).

Así que Terry contesta a la pregunta ¿Muerte?, por Espejo. La experiencia de Eliott no parece dar resultado… o a lo mejor el médico prefiere utilizar su intuición. Sin embargo, en una prueba con detector, el médico pone en evidencia las emociones de Terry cuando se le habla de su infancia con Ruth… las mentiras de Terry están puestas en evidencia cuando habla de sus conquistas que Ruth intentaba quitarle…
Terry da a entender a Eliott que está enamorada. Él le pide esperar el final de la experimentación y le promete que estarán  juntos justo después. Pero es de Ruth que Eliott está enamorado…  Terry los ve por la ventana.

El juego del psicoanalista y la confusión de Terry

A partir de ahora sabemos quien es inocente y quien es la criminal… al menos que Terry quiere proteger a Ruth que presenta unos síntomas extraños alucinatorios… ¿O es que Terry está empujando a Ruth a tomar más somníferos con el pretexto de que no la deja dormir,… puras mentiras para echar la culpa sobre su hermana?
-Terry en el espejo: interpreta los sueños de Ruth, la confunde…le hace creer que tiene pesadillas que la horrorizan… que está loca como pasa a algunas gemelas… Ruth está bajo influencia.
Terry hace a Ruth el golpe de Luz que agoniza.
El inspector expresa su inquietud en cuanto a la seguridad de Eliott: ¿será un nuevo Peralta, una nueva víctima? Cuando un médico se enamora de su paciente, en adelante es menos útil que un niño de pecho.
Terry se hace pasar por Ruth: el psi quiere verla sin que Terry se entere: pero mientras Ruth visita al médico sorprendido;  ella le pregunta sobre sus supuestas alucinaciones, … Para Eliott, la culpabilidad de Terry se confirma. Llama al inspector: ese piensa que el psi se está acercando a la verdad:
Stevenson al sergente: “Eliott es un tipo muy listo para ser universitario”.

Ruth siente que se vuelve loca (¿o es otra cosa? ¿Teme por Terry?) A la toma de Ruth en picado sucede el picado sobre Terry que, en el papel de Ruth,  va a casa de Elioitt que entra en su juego:  le hace creer que habla a Ruth pero está hablando a Terry … de Terry –eso la deja confusa, ¿va a confesarlo todo? Todavía no-“has conseguido liberarte de la rivalidad y de los celos pero ella, no… Terry está obsesionada por los celos” el psi juega bien: le hace sentir hasta qué punto la quiere (Ruth),  lo que pone a Terry (falsa Ruth) furiosa interiormente- “tienes que ir a ver a Terry y tranquilizarla...y ver un psiquiatra, reconocer sus problemas mentales

¿“Y si Terry se niega? pregunta Terry /Ruth  

–“Si tú te niegas, Terry” contesta Eliott. La sorpresa dura poco… Terry sigue pensando que el juego de las gemelas impedirá siempre saber quién es quién y dejar la justicia sin pruebas..
No puede una cargarse todos los amantes de la hermana,  es más simple cargarse a  la rival dirá más tarde el inspector Stevenson.
El éxito de la película se debe por supuesto a la dirección de Robert Siodmak que sabe sacar partido de un guión al límite del cine negro y situar de pleno la película en el género. Aunque Frank Skinner (compositor en The suspect (Robert Siodmak-1944) no está acreditado, compone a cuatro manos con Dimitri Tiomkin que acompaña la narración con su estilo clásico como lo hará más tarde con D.O.A. de Rudolph Maté, Angel face de Preminger,  Stranger on a train o I confess de Hitchcock.
El trabajo de Olivia de Havilland transforma la doble interpretación en un imán que capta desde la aparición de las gemelas. Es un trabajo compartido: conviene reconocer  el genio de Eugen Schüftan, no citado en los títulos de crédito que se limitan a la dirección fotográfica de Milton  Krasner (fotografía de The woman in the window y Scarlett Street de Fritz Lang, The set-up de Robert Wise, House of strangers de Joseph L.Mankiewicz, Deadline USA de Richard Brooks…). Eugen Schüftan es el responsable de unos efectos especiales que permiten a Ruth encontrar y cruzar Terry en el mismo plano con una credibilidad que da toda su fuerza ambigua a la imagen narrativa. Conviene por eso situarse en la época del estreno para  apreciar la calidad del resultado.  Schüftan trabajó en Alemania con Siodmak y, huyendo también el nazismo, trabaja en Francia con este director en Mollinard. Entra en equipos técnicos de Marcel Carné, Marcel L’Herbier o Henri Decoin. Su segundo exilio le lleva,  como tantos otros,  a Hollywood donde su trabajo con Siodmak, Douglas Sirk o Edgar G.Ulmer será finalmente reconocido.  

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